MABEL
Desde que tengo uso de razón lo cuestiono todo. Mi madre me define como una idealista con demasiadas ganas de cambiar el mundo. Quizás por eso, fui muy rebelde.
Siempre fui una lectora empedernida de poesía, me fascinaba encontrar el sentido a los versos y comprender lo que quería transmitir el autor. Esa afición me vino dada por mi abuelo materno. Él me regaló el libro «Ningún lugar está lejos» de Richard Bach y, en él, descubrí que las emociones guiaban mi vida. Era capaz de estar horas sentada en la cama de mi habitación repasando las palabras de aquel libro.
Una vez acabado el C.O.U. estudié Magisterio Infantil. No hay mejor manera de cambiar el mundo que a través de la Educación.
Una vez acabada la carrera, realicé un Máster de Practica Psicomotriz, la formación enfocaba los conocimientos partiendo de la experiencia a través del cuerpo y de la vivencia. Fueron dos años llenos de Autoconocimiento.
Este máster me dio la oportunidad de volar hacia el puesto de trabajo del que hoy todavía formo parte. Son más de quince años realizando un aprendizaje constante.
Durante los años que he acompañado en la educación de los alumnos he luchado para que se formen en la escuela de la Vida.
Esta lucha, ha hecho que enfoque mi formación en la Educación Emocional. Es necesario mostrar la importancia de educar de otra manera, conseguir que los alumnos estén preparados para Ser y Sentir.
MAR
Desde que era pequeña sabía que quería ser maestra. Sentaba los peluches en mi cama y con ellos practicaba lo que hoy en día hago en mi profesión actual. Tenía muy claro que quería estar en contacto con niños, niñas y adolescentes. Terminé la carrera de Magisterio y me especialicé en Educación Física. Siempre he sido una amante de cualquier tipo de deporte y de aquí mi elección.
Durante mis agotados años de instituto me preguntaba porque la gente, sobre todo profesores, carecían de contacto humano y vínculo con sus alumnos. ¡Cuántas cosas cambiarían si el vínculo afectivo formara parte de nuestro día a día con nosotros mismos y con los demás! Si hubiera sido así, quizás el instituto sería a día de hoy un precioso recuerdo de mi vida.
En estos años, incluso en mi época universitaria, busqué en otro ámbito diferente algo que enriqueciera lo que el ámbito educativo no me daba. El precioso mundo de El Esplai, este mundo cambió mi vida y me ayudó a constituir mi crecimiento con unos valores en escasez en la sociedad infantil. Tuve la suerte de rodearme de una magia que a día de hoy me sirve en mi profesión.
Con el mundo a mis pies mi motivación iba creciendo cada vez más. Tenía y sigo teniendo un enfoque muy claro que me ha acompañado a lo largo de mis diferentes titulaciones, el increíble poder del factor humano. Entre otras destacan el Focusing, cursos de Resolución de Conflictos, Cohesión de grupo etc. De lo que he aprendido destacaría la enorme capacidad desconocida que tenemos cada uno de nosotros. Rodearme de cada una de éstas y demás herramientas me ha ayudado desmesuradamente tanto a nivel personal como profesional.
Si no somos capaces de darnos cuenta de nuestro interior, de conectar con nosotros mismos, difícilmente podremos estar presentes con los demás.
Me considero una persona entusiasta por no dejar de creer que podemos aportar un granito de arena. Creo que podemos cambiar lo que nos rodea para favorecer un mundo mejor en el futuro. Sólo necesitamos ser conscientes para llegar a la conciencia de los demás.